jueves, 8 de septiembre de 2011

Perdido entre latillas de mejillones.

Que quede claro que no he estado perdido durante una hora en un supermercado berlines buscando pasta u patatas, sólo estaba buscando el orden interno intrínseco del mismo mientras tiraba de la cesta. Andando en un laberinto formando por gigantescas torres de estanterías llenas de alimento encontré a gente que había perdido toda esperanza de salir del supermercado y había decidido quedarse a vivir allí. La verdad parecían felices. 
Encontré a una mujer que había comprado patatas, la pregunté donde las había conseguido pero no me supo contestar mirando alrededor desconcertada. 



Pasé junto a  la zona de bicicletas y llegué a la estantería de las sillas para los niños en el coche, junto a las gominolas. !Que inteligente estrategia comercial!. Finalmente tras pasar tres veces por la zona de las cervezas oí el ruido de las cajas registradoras. Un piii piii piiii, que sonó en mis oídos como música celestial. Y así conseguí salir.
En la caja registrador movido por una fiebre ecologista me compré una bolsa de tela biodegradable muy util, después me daría cuenta que mi abuela tenía una parecida pero sin el logotipo del supermercado, pero en ese momento era feliz por haber evitado que mucho plástico llegue al medio ambiente.


Allí puedes elegir entre hacertelo tu mismo pasando tu mismo los productos por los sensores de las máquinas automáticas sin empleado y pagando metiendo el dinero, ( Además te ponen un espejo para mirarte con cara de enfado cuando pagas con un billete de 50 € un yogurt) o bien acudir a la caja atendida por los cajeros de toda la vida simpáticos o antipáticos dependiendo de tu suerte. Llamadme romántico pero yo prefiero mil veces que una cajera antipática que me mire mal que la fría luz roja del sensor que lee los códigos de barras y que me recuerda al ordenador de la película 2001.


Tras todo esto puedo decir, que todo supermercado alemán tiene dos secciones a saber: cerveza y otros alimentos. Increíble el espacio dedicado a esta bebida, al margen de su selección y variedad.
También que he visto por primera vez latillas de "tapas". Que en realidad son latillas de mejillones. 
Bueno otro día cuento más.

Aviso: La información relatada puede ser no completamente veraz, pudiendo estar sujeta a exageraciones o pequeñas invenciones, siempre basadas en la realidad, en aras de conseguir una mayor intensidad dramática en el artículo.

1 comentario:

  1. jeje, absolutamente genial... Por cierto, es normal lo de la cerveza... por algo es el producto nacional por excelencia, ¿no??? ;-)

    ResponderEliminar