domingo, 18 de marzo de 2012

El invierno se va (espero)

Creo poder afirmar que el invierno en Berlín ha pasado.  A dos días del comienzo oficial de la primavera las temperaturas han subido por encima de los quince grados. Suficiente para que la gente se lance como energúmenos a terrazas y parques a hacer el "lagartijo". Los bares y restaurantes ya han ocupado las aceras con más mesas y han guardado las mantas, con las que lo últimos días los clientes que querían disfrutar del aire fresco y fumadores, en bares donde está prohibido fumar, tomaban su cafés y cerveza.


He querido esperar a estos días para hablar del invierno.  He estado al tanto de la "ola" de frio de febrero en España. Conozco el duro frio mesetario, se que cuando cae la rasca en el raso de Portillo los grajos emigran. Conozco las nieblas del Duero y el Pisuerga, cuando puedes estar quince días sin ver al vecino, el frio que se te mete hasta los huesos y las heladas que dejan el campo blanco.  Se que en Burgos sólo hay dos estaciones, que en Aguilar a veces cae cachaba y media de nieve.

Lo sé... Pero es que aquí hemos estado veinte días consecutivos por debajo de 0 grados , con máximas de -5 o -6 y mínimas de -18.  La gente se ponía tantas capas de ropa que la capacidad del metro se reducía a la mitad. (Nos acurrucamos los unos con los otros, si tienes buena compañía no está tan mal). El río Spree, maś o menos como el Pisuerga, se ha helado. He andado sobre el hielo del canal de Kreuzberg junto a los barcos que hacen las visitas turísticas durante el verano , junto a gente patinando. Hay días que las calles se han helado y ha habido muchos resbalones, no han llegado a los 180 hospitalizados del año pasado, pero mi compañera de curro, la pobre, se pegó un buen morrazo con la bicicleta.

Y  aun así fueron los mejores días del invierno, aunque me temo que no piensen igual los que los pasaron en los cajeros automáticos, curioso la naturalidad con la que sacamos dinero mientras un pobre a tus pies duerme, o juega a las cartas con otros. Fueron los mejores días porque había un cielo azul inmaculado y sol. Fuera de estos días lo normal ha sido un cielo gris hormigón, que al cabo de unos días se te metía en el ánimo, desde la mañana a la noche, aunque eso sí, con mejor temperatura. Afortunadamente a las cuatro y media era de noche y no tenías que verlo más.
Lo que recomiendo , es fijarse la parte positiva. Según sales por la mañana de casa pensar: " Fijate que cielo tan bonito",aunque haya menos quince y te den los buenos días unos pinguinos. O bien: " Hoy no hace tanto frio", pese a que lleves dos semanas sin ver el sol y no recuerdes como era el azul.

Y los días que hace mucho frío y está nublado... bueno hay días que es mejor quedarse en casa.

4 comentarios:

  1. Ahora a disfrutar de la primavera! En Berlin hay golondrinas?"Golondrinas anticipadas, primavera muy templada" :) Die Sonne. Besos

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    1. En Berlín hay muchísimos pájaros, y no sólo de los que vuelan, sólo hay que salir a la calle a oírlos cantar. Sin embargo las golondrinas aún no han llegado.

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  2. jeje, aquí ha regresado de nuevo el frío y no querías lluvia, pues toma dos tazas... un no parar, pero bueno, hacía falta, si no que se lo digan a mi padre. Abrazos ;-)

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  3. Pues por aquí, van subiendo las temperaturas, pero todavía le cuesta. Aún no nos quitamos la zamarra.
    Un abrazo.

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