domingo, 9 de septiembre de 2012

Balance del alemán aprendido en un año

Llevo más de un año en Berlín y me parece buen momento para hacer balance de mi progreso con el alemán. Durante este tiempo he sentido como este idioma, que está entre lo filosófico y lo industrial, va ocupando partes cada vez más amplias de mi cerebro, alguna de ellas que ni siquiera sabía que tenía. Se ha ido extendiéndose utilizando cada vez más y más neuronas que antes utilizaba para otras cosas, como por ejemplo usar el abrelatas, algo preocupante cuando te das cuenta que el abrefacil no está tan extendido como debiera en el s XXI.


La lengua de  Kant y Kahn, de Schiller y Schiffer ha arrinconado lo que sabía de inglés, tampoco es que ocupase mucho, pero me es imposible decir más de dos palabras seguidas en este idioma  sin meter un bist, un auch o oder. Además cada bez voy cometiendo más faltas de hortografía en castellano.


Es como si tuviera una de las babosas cerebrales de Futurama que poco a poco se hace con el control del cerebro sin poder evitarlo atonándote día a día sin poder hace nada contra ello. A veces cuando pienso en alemán me siento al intentar resolver uno de los problemas de física de Pilar .Y lo peor todo ello sin ver progresos evidentes en alemán, más allá de que me entienden mejor en el Supermarkt. Aunque siempre me queda la duda de si soy el que aprendo su alemán o son ellos los que empiezan a aprender el mio.





He encontrado este profundo estudio de la evolución del aprendizaje del idioma teutón.

Ha resultado ser bastante fiel a la realidad. Por mi parte entré en la fase 2  tras estar 10 minutos a solas con un funcionario del Rentnerversicherung ( la seguridad social alemana). Entendí por separado la mayor parte de las palabras, pero una sucesión interminable de verbos modales me hizo nublar la vista.

Además he descubierto que a lo largo del mismo día la percepción subjetiva sobre el alemán que se cree saber varía de forma muy importante. A veces por ejemplo, tras conseguir usar una subordinada, o consigues meter una pasiva en una frase, o tras un fuerte esfuerzo formas una condicional, te vienes arriba y piensas que nada en este mundo puede contigo y que la semana que viene te puedes ir con la Merkel de cañas. Sin embargo cinco minutos después cuando descubres la mirada fija de tu compañero de trabajo y te das cuenta que no ha entendido, una sencilla explicación te hundes, te acuerdas del día que elegiste estudiar alemán, lamentas no haber escogido el portugués y te acuerdas de las legiones romanas de Varo derrotadas por Arminio que no pudieron romanizar a los alemanes.

No obstante he adquirido una gran fluidez buscando una nueva vivienda. De este modo palabras como Hauptmieter, Putztplan, Kaution, Wohnungsgemeinschaft ... son ya totalmente familiares para mi. Ah!. Se me olvidaba:  me he vuelto a mudar, pero ya hablaré de ello en otra ocasión.



1 comentario:

  1. Jajajajajajajaajaj buen análisis !!! Lo tienes dominado primo!!! Por cierto, como abren las latas los germanos? :) Küsse

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